miércoles, 21 de agosto de 2013

 

Y las aves 

 
 
 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!
Alaben al SEÑOR desde los cielos,
alábenlo desde las alturas.
Alábenlo, todos sus ángeles,
alábenlo, todos sus ejércitos.
Alábenlo, sol y luna,
alábenlo, estrellas luminosas.
Alábenlo ustedes, altísimos cielos,
y ustedes, las aguas que están sobre
los cielos.
Sea alabado el nombre del SEÑOR,
porque él dio una orden y todo fue
creado.
Todo quedó afirmado para siempre;
emitió un decreto que no será
abolido.
Alaben al SEÑOR desde la tierra
los monstruos marinos y las
profundidades del mar,
el relámpago y el granizo, la nieve y la
neblina,
el viento tempestuoso que cumple su
mandato,
los montes y las colinas,
los árboles frutales y todos los cedros,
los animales salvajes y tambien los domésticos,
los reptiles y las aves,
los reyes de la tierra y todas las
naciones,
los príncipes y los gobernantes de la
tierra,
los jóvenes y las jóvenes,
los ancianos y los niños.
Alaben el nombre del SEÑOR,
porque sólo su nombre es excelso;
su esplendor está por encima de la tierra
y de los cielos.
¡Él ha dado poder a su pueblo!
¡A él sea la alabanza de todos sus fieles,
de los hijos de Israel, su pueblo
cercano!
¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! (NVI)
 
Salmo 148
 
 

Olas Gigantes - Tormenta en el mar

El Señor está en medio de ti, poderoso,  el salvará; Sofonias 3:17