¡Jamás duerme!
Cántico de los peregrinos
A las montañas levanto mis ojos;
¿de dónde ha de venir mi ayuda?
Mi ayuda proviene del SEÑOR,
creador del cielo y de la tierra.
No permitirá que tu pie resbale;
jamás duerme el que te cuida.
Jamás duerme ni se adormece
el que cuida a Israel.
El SEÑOR es quien te cuida,
el SEÑOR es tu sombra protectora.
De día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
El SEÑOR te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
El SEÑOR te cuidará en el hogar y en el
camino,
desde ahora y para siempre.
(NVI)
Salmo 121