lunes, 25 de noviembre de 2013

 

 Señor, Señor

 
 
 
Debe ser terrible estar frente a Cristo y ver que no extiende sus brazos para abrazarnos.
Nos engañamos si pensamos que el no conoce todo lo nuestro.
¿Cuántas personas viven pronunciando el nombre de Dios a toda hora y no practican la palabra por conveniencia?
¡Yo era uno de esos! Aunque no pronunciaba ese nombre a toda hora como una beata, si me creía muy seguro de vivir una vida santa; pero en realidad, no era tan "santa".
No cometía graves pecados como adulterio, robo, pornografía, borracheras o cualquier otra cosa  evidente a los demás, pero si albergaba en lo profundo de mi corazón falta de perdón y deseos de venganza y otros pecados. Iba a la iglesia, leía la biblia, diezmaba, cantaba, pero había algo que no estaba bien. Sentía ira terrible por cualquier cosa, en fin...
Entonces deje que Cristo cavara profundamente en mi corazón.
Decidí ser honesto con él y contarle toda la verdad.
Antes de hacerlo, pensaba que me mataría o me alejaría de su presencia para siempre o que tal vez no volvería a escucharme. ¿Me mandaría alguna enfermedad terrible? ¿Me exhibiría como lo peor?
Pero, ¡oh maravilla de las maravillas! No fue así.
Él me escuchó cuando le hable luego de leer:
 
>>¿Por qué me llaman ustedes "Señor,
Señor", y no hacen lo que les digo? Voy a
decirles   a quién se parece todo el que viene a
mí, y oye mis palabras y las pone en práctica:
Se parece a un hombre que, al construir
una casa, cavó bien hondo y puso el cimiento
sobre la roca. De manera que cuando
vino una inundación, el torrente azotó aquella
casa, pero no pudo ni siquiera hacerla
tambalear porque estaba bien construida. Pero
el que oye mis palabras y no las pone en
práctica se parece a un hombre que construyó
una casa sobre tierra sin cimientos. Tan
pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó, y el desastre fue terrible.>>
(NVI) Lucas 46 - 49
 
Luego, me confirmo su paz al leer:
 
Pero te confesé  mi pecado,
y no te oculté mi maldad.
Me dije:  <<Voy a confesar mis
transgresiones al Señor>>,
y tú perdonaste mi
pecado.
(NVI)
Salmo 32 : 5
 
Tambien leí :
 
Si confesamos nuestros pecados,
Dios, que es fiel y justo, nos los
perdonará y limpiará de toda
maldad. (NVI)
  1a Juan 1 : 9
 
Todos los que el Padre me da vendrán a mí;
y al que a mí viene, no lo rechazo.
(NVI) Juan 6 : 37 
 
 
 

Olas Gigantes - Tormenta en el mar

El Señor está en medio de ti, poderoso,  el salvará; Sofonias 3:17