miércoles, 2 de octubre de 2013

 

Cuentanos otra película

 
Avanzaba por la calle luego de ver una buena exposición en la galería Arte Consultores situada en el segundo piso de la calle 86 con 16. Eran las cuatro de la tarde. De pronto, veo en la  distancia a Juan, quien venía en dirección contraria a la mia, por la misma acera. Nos separaban unos 60 metros más o menos. Baje la vista para concentrarme en como abordarlo de nuevo, pues nuestra última conversación no termino muy bien.
Juan estudió conmigo en la escuela de David Manzur. Compartimos salón, y los mismos modelos de yeso; tambien las mismas modelos de carne y hueso, que plasmabamos en pliegos de papel edad media que fijabamos sobre tablas instaladas en caballetes de tres puntos, manchados de pintura de diferentes años por los estudiantes que soñabamos con salir de allí directo a la mejor galería, para dar a conocernos como artistas en todo el sentido de la palabra.
Disminuí la velocidad de mis pasos buscando más tiempo para pensar, y al levantar la vista para saludar a Juan, él había desaparecido. ¿Qué se hizo? ¿Entró en alguno de esos pequeños cafes? No. No estaba allí. ¿Pero qué se hizo? Entonces giré, y lo vi en la acera de enfrente, alejandose rapidamente. Se perdio entre la gente. Él me evito. Él me había visto primero. Me eludió dije en tono bajo. Hacía un mes nos habíamos visto en el estudio de Muriel quien nos mostro sus últimos cuadros y nos habló de la dirección que tomaría su pintura, pero terminamos hablando de Jesús. Cuentanos otra película, me dijo, dando por terminada nuestra conversación matizada con todo tipo de argumentos a favor y en contra de Jesús. No nos volvimos a ver. 
Hoy 20 años despues, al releer Corintios, me asalta este recuerdo. ¿Qué será de Juan? Yo solo quería que conocieras a Jesús querido Juan.
 
Ahora bien, si se predica que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de ustedes que no hay resurrección? Si no hay resurrección, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes. Aun más, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados. En este caso, tambien están perdidos los que murieron en Cristo. Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.
Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron. De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir, pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después, cuando él venga, los que le pertenecen. (NVI)
1 Corintios 15 : 12 - 23
   
 

Olas Gigantes - Tormenta en el mar

El Señor está en medio de ti, poderoso,  el salvará; Sofonias 3:17