lunes, 26 de agosto de 2013

BRUEGHEL, Peter (El Viejo). "La parábola de los ciegos".

 

Escupió en el suelo

 
 
 

 
Aunque esta sencilla pero contundente obra de Peter Brueghel apodado el viejo (1525 - 1569) se basa en Mateo 15:14, también nos recuerda lo que Jesús les contesto a algunos fariseos acerca de su ceguera espiritual, cuando investigaron acerca de la sanidad de un ciego de nacimiento en uno de los más maravillosos relatos de las escrituras cargado de gran humor y que por la forma como fue escrito sería un estupendo sketch codiciable para cualquier director de teatro o televisión; empezando por Jesús quien escupe en el suelo sorprendiéndonos cuando quizás esperábamos una actitud más solemne (o religiosa) de su parte, hasta llegar al culmen del asunto cuando el que era ciego les pregunta a los fariseos: ¿Es que también ustedes quieren hacerse sus discípulos? pregunta que desencadena luego de insultos su expulsión de la Sinagoga a la que había sido conducido para responder a la disfrazada curiosidad farisea que no era más que envidia e incredulidad hacia Jesús. 
   Este pasaje tiene en fin, todos los ingredientes de una corta pero magnífica obra que nos deja ver a un Jesús recursivo, dinámico y siempre misericordioso pero firme cuando se trata de enfrentar el fariseísmo de su época que ha cabalgado hasta nuestros días.
Recurramos a nuestra imaginación por un momento y veamos toda la escena:

A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Y su discípulos le preguntaron: ___Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres,? ___Ni él pecó, ni sus padres___ respondió Jesús___, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.
Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar. Mientras esté yo en el mundo luz soy del mundo.
Dicho esto, escupió en el suelo, hizo barro con la saliva y se lo untó en los ojos al ciego diciéndole:
___Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado).
El ciego fue y se lavó, y al volver ya veía.
Sus vecinos y los que lo habían visto decían: <<¿No es esté el que se sienta a mendigar?>> Unos aseguraban: <<Sí, es él.>> Otros decían: <<No es el, sino que se le parece. >> Pero él insistía: <<Soy yo.>>
___¿Cómo entonces se te han abierto los ojos? ___ le preguntaron.
___Ese hombre que se llama Jesús hizo un poco de barro, me lo untó en los ojos y me dijo: "Ve y lávate en Siloé." Así que fui, me lavé, y entonces pude ver.
___¿Y dónde está ese hombre? ___le preguntaron.
___No lo sé ___respondió.
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado cuando Jesús hizo el barro y abrió los ojos al ciego. Por eso los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había recibido la vista.
___Me untó barro en los ojos, me lavé, y ahora veo ___respondió.
Algunos de los fariseos comentaban: <<Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado.>> Otro objetaban: << ¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales? >> Y había desacuerdo entre ellos.
Por eso interrogaron de nuevo al ciego:
___¿Y qué opinas tú de él? Fue a ti a quien te abrió los ojos.
___Yo digo que es profeta ___ contestó.
Pero los judíos no creían que el hombre hubiera sido ciego y que ahora viera, y hasta llamaron a sus padres y les preguntaron:
___¿Es esté su hijo, el que dicen ustedes que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?
___Sabemos que esté es nuestro hijo___ contestaron los padres___, y sabemos también que nació ciego. Lo que no sabemos es cómo ahora puede ver ni quien le abrió los ojos. Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad y puede responder por sí mismo.
Sus padres contestaron así por miedo a los judíos, pues ya éstos habían convenido que se expulsara de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo. Por eso dijeron sus padres: <<Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad.>>
Por segunda vez llamaron los judíos al que había sido ciego y le dijeron:
___Júralo por Dios. A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.
___Si es pecador, no lo sé ___ respondió el hombre ___. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo.
Pero ellos insistieron:
___¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
___Ya les dije y no me hicieron caso. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿Es que también ustedes quieren hacerse sus discípulos?
Entonces lo insultaron y le dijeron:
____¡Discípulos de ése serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Moisés! Y sabemos que a Moisés le hablo Dios; pero de éste  no sabemos ni de dónde salió.
___¡Allí esta lo sorprendente!___ respondió el hombre___: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad. Jamás se  ha sabido que alguien le haya abierto los ojos a uno que nació ciego. Si este hombre no viniera de parte de Dios no podría hacer nada.
Ellos replicaron:
___Tú, que naciste sumido en pecado, ¿vas a darnos lecciones?
Y lo expulsaron.
Jesús se enteró de que habían expulsado aquel hombre, y al encontrarlo le preguntó:
___¿Crees en el Hijo del hombre?
___¿Quién es, Señor? Dímelo, para que crea en él.
___Pues ya lo has visto___ le contestó Jesús ___; es el que está hablando contigo.
___Creo, Señor ___declaró el hombre.
Y, postrándose, lo adoró.
Entonces Jesús dijo:
___Yo he venido a este mundo para juzgarlo, para que los ciegos vean, y los que ven se queden ciegos.
Algunos fariseos que estaban con él, al oírlo hablar así, le preguntaron :
___¿Qué? ¿Acaso también nosotros somos ciegos?
Jesús les contestó:
___Si fueran ciegos, no serían culpables de pecado, pero como afirman que ven su pecado permanece. (NVI)

Juan 9
 
 
 

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El Señor está en medio de ti, poderoso,  el salvará; Sofonias 3:17