viernes, 23 de agosto de 2013

 

 

A ESO DE LA MEDIA NOCHE

 
 
 
Entoces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados mandaron que les arrancaran la ropa y los azotaran.
Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel, y ordenaron al carcelero que los custodiara con mayor seguridad. Al recibir tal orden, éste los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de la media noche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas. El carcelero despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada y estuvo a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado. Pero Pablo le grito:
___¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí!
El carcelero pidió luz, entró precipitadamente y se echó temblando a los pies de Pablo y de Silas. Luego los sacó y les preguntó:
___Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
___Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos___le contestaron. (NVI)
 
Hechos 16 : 22 - 31
 
 
¿Qué harías en la situación de Pablo y Silas a eso de la media noche?
 



Olas Gigantes - Tormenta en el mar

El Señor está en medio de ti, poderoso,  el salvará; Sofonias 3:17