viernes, 25 de octubre de 2013

Jesus Culture - Rooftops (Subtitulada en Español)

 
 
 
 

Yo sí te conozco 

 
 
 
Desde mi ventana veía la llegada de los invitados a la fiesta del vecino de enfrente a la que mi esposa y yo tambien iríamos. Yo estaba engalanado con mi nuevo traje, pues la ocación lo ameritaba. Se había graduado Raquel. Por fin, era pianista.
 Marta y Juan a quienes habiamos estado ayudando con los preparativos de la recepción, eran anfitriones maravillosos. Siempre amables, alegres y muy generosos cuando se trataba de invitar amigos a su casa. Dueños de un fino humor, atendian con lo mejor de lo mejor.
Llegamos al barrio 17 años atras, y siempre nos llevamos bien. Nos ayudabamos sin reservas. Teniamos una buena amistad.
Los invitados llegaban en medio de risas y felicitaciones.
La música se escuchaba moderadamente, pero era contagiosa. Raquel, la recién graduada interpretaba el piano junto a los integrantes de su Jazz Band. La musica invitaba.
De pronto, veo pasar a Camilo el vecino que vivía seis casas más allá de la de Juan, llevando algunas bolsas de mercado. Se para frente a la casa de Juan mira hacia el interior, pero sigue hacia su casa. Entonces, abro la ventana y le pregunto: Camilo, ¿nos vemos allá? Y le señalo la casa de Juan. Sí. Nos vemos ;me contesta, y sigue con sus bolsas apurando el paso.
Camilo, Arquitecto casado con Ester, una talentosa Diseñadora, ya vivian en el barrio antes de nuestra llegada. Tenían tres hijos. Bellos hijos. Uno de 24 años estudiando en los Angeles; otra, Lucía, de 18 años estudiando cine en Londres y Oscar el menor, amiguísimo de Charly mi hijo, quienes estudiaban aún en Bachillerato.
¿Amor? ¿Por qué no habran venido Camilo y Ester el otro día? ¡Cómo se perdieron el asado! La pasamos tan bien. Ya sabes me contesta Angie, saliendo del vestier y quitando alguna huella de polvo de su chaqueta, me pregunta: ¿Vamos? Si.Vamos le contesto.
Mientras bajamos la escalera repito: Camilo, Camilo. Espero que no falten. Si yo tambien, dice Angie. Saben que los queremos mucho. Si. Lo saben.
Tomo a Angie de la mano, y pasamos la calle. Saludamos a Marta y a Juan con un abrazo; nos invitan a seguir. Abrazamos a la graduada quien grita de alegría y nos pregunta: ¿Escucharon el solo de batería? ¿No fue genial? ¡Genial! le respondo. Nos presentan a varios amigos. Había mucha alegría.
Luego del brindis de rigor, y un brevísimo discurso, tenemos una animada conversación con Juan y Marta. Reímos con nuestras ocurrencias. La comida estaba deliciosa y del vino ni hablar.
Abanzaba el tiempo con aquella exquisita musica de fondo, todo iba de maravilla. Pero, faltaba algo; mejor dicho, alguien faltaba. Camilo y Ester faltaban. ¿Te das cuenta? No vinieron; nos dice Marta. ¿Llamarón? preguntó Angie. No. No llamaron contesta Marta. Es una lastima.  Pero bueno, siempre estaremos aquí. ¡Hay si la gente supiera! Si. Si supiera dice Juan. 
 ¿Saben? Cuando puedan, léanse Juan 17 Allí estan incluídos Camilo y Ester. ¿Verdad? Pregunta Marta. Por supuesto le respondo. ¡Que maravilla! Vamos al estudio nos propone Juan, y todos lo seguimos. Entonces toma su Biblia del escritorio, y lee:
 
>>No ruego sólo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mi. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.
>>Padre , quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.
>>Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y éstos reconocen que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo mismo esté en ellos.>> (NVI)
Juan 17 : 20 - 25
 
De regreso al salón en un intermedio musical, alguien toca a la puerta.
     
 

Olas Gigantes - Tormenta en el mar

El Señor está en medio de ti, poderoso,  el salvará; Sofonias 3:17