¡Pablo, Pablo!

¡Einstein, Einstein !

 

 

 

La carta enviada por Pablo a los Efesios contiene Joyas maravillosas como el sincero deseo del apóstol delante del Padre. Deseo que le hace postrarse de rodillas por los demás. ¡Que bella escena!

Este es un buen ejemplo de alguien que ama con amor sincero y habla de  Cristo no por envidia ni competencia sino porque hablar del que todo lo puede, es un honor, es un privilegio y un maravilloso regalo de amor que se lleva a los otros por amor. Este deseo de Pablo es un fuego que nos debería contagiar hasta ponernos de rodillas por familiares, amigos, esposas, hijos, vecinos, países, nosotros mismos y porque no, hasta por nuestros enemigos.

Albert Einstein el científico más importante del siglo XX dijo :

"El hombre solo es grande cuando esta de rodillas"

 

 

Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios.

 

Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén. (NVI)
Efesios 3 : 14 21